Etiquetado NutriScore: el nuevo algoritmo hacia el etiquetado «clear»

Etiquetado NutriScore: el nuevo algoritmo hacia el etiquetado «clear»

El etiquetado NutriScore  [CC1] es una clasificación de los productos alimenticios mediante un código de colores en la parte frontal del envase, que permite informar al consumidor sobre la calidad nutricional de los alimentos, pudiendo influir en la decisión de compra en favor de una alimentación más saludable. Este etiquetado, complementa a su vez el etiquetado nutricional obligatorio que debe aparecer en todos los productos alimenticios, que nos informa sobre la cantidad de calorías, grasas, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal del producto por cada 100 gramos o mililitros de acuerdo con el Reglamento (UE) 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor.

Este etiquetado categoriza cada alimento mediante un círculo de mayor tamaño dentro de la serie A-E, siendo A de mejor calidad nutricional y E la peor, que a su vez lleva asociado un color que permita de manera intuitiva valorar la calidad nutricional global del producto:

La asignación de una letra o color viene determinado a través de un algoritmo que utiliza los valores nutricionales obligatorios (tabla nutricional), el cual diferencia la aportación de nutrientes según su cantidad y origen, penalizando el contenido en azúcares, grasas saturadas, sal y contenido calórico y favoreciendo el contenido en verduras y frutas, y fibra y proteína.

La mayor ventaja de este sistema es que complementa muy bien a la información nutricional obligatoria, siendo un logotipo muy simple, fácil de interpretar, intuitivo y visual para el consumidor.

El consumidor es capaz de valorar a simple vista si el alimento es más o menos saludable desde el punto de vista de su composición nutricional, y en comparación con otros alimentos de su misma categoría, pudiendo elegir la más saludable.

Sin embargo, la comparación entre alimentos de diferentes categorías es controvertida, debido a que entran en juego otros factores que no se tienen en cuenta. De hecho, la implantación de este etiquetado está siendo evaluada actualmente en España. Existen partidarios de que así sea, si bien hay algunas opiniones que llevan a revisar algunos aspectos antes del paso a una posible implantación obligatoria.  Por ejemplo, hay un debate abierto con productos como el aceite de oliva, considerado como un ingrediente fundamental para la dieta mediterránea, que alcanza una puntuación D o color naranja. También lo son los alimentos tradicionales, que marcan el sello de identidad de muchas regiones y, por su perfil nutricional, se hallan lejos de alcanzar puntuaciones favorables como es el caso de los embutidos. Una reformulación integral de estos alimentos nos lleva a perder la identidad de los mismos, que dejarían de llamarse así por la norma de calidad que los regula.  

Por otro lado, el etiquetado NutriScore considera lo saludable de un alimento desde el punto de vista nutricional, pudiendo elegir la referencia más idónea entre otras de su categoría,  pero el consumidor debe tener pautas sobre la frecuencia de consumo de ese alimento, así como revisar la lista de ingredientes para evaluar ,por  ejemplo, lo cerca o lejos que se encuentra de un etiquetado clean label; aspecto que también preocupa al consumidor y que no se refleja en este sistema.

Este reclamo en las mejoras del etiquetado en favor de potenciar el consumo de alimentos saludables, nos lleva Ctic Cita a seguir innovando en nuevas referencias, mediante tecnologías de proceso, envasado y reformulación de productos; e investigar en pro de optimizar  el perfil nutricional de alimentos ya disponibles en el mercado. Todo ello se focaliza en dar  respuesta a estas demandas del consumidor, en línea con las directrices del Observatorio de la Nutrición y estudio de la Obesidad, que sirvieron de base para establecer los objetivos de reducción de nutrientes en los grupos de alimentos que se incluyen en el Plan de Colaboración para la mejora de la composición de los alimentos y bebidas y otras medidas 2020, así como desde la UE en su Plan de Acción contra la Obesidad Infantil 2014-2020,  que incluye entre sus líneas de acción prioritarias crear entornos más saludables.

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