Por otro lado, también se busca el diseño de un producto con las características propias de la dieta mediterránea (alto contenido en fibra, proteínas vegetales, y otras sustancias funcionales del tipo antioxidante o vitamínico), a partir del uso de subproductos de la industria alimentaria y su incorporación en una matriz extrusionable donde puedan controlarse los factores de procesado determinantes para obtener el máximo valor nutricional y/o funcional del alimento, junto con unas propiedades sensoriales y de rendimiento que permitan a este producto entrar en el mercado de forma competitiva.

El proyecto también tiene por objetivo el desarrollo de nuevas conservas vegetales y aceites de oliva. En el primer caso, diseñar un nuevo producto funcional que sea procesado a alta temperatura va a exigir una serie de estudios que aportarán nuevos conocimientos aplicables al sector de la conserva. Se estudiarán factores relativos a la temperatura, concentración, pH, sinergias y antagonismos, etc. que permitirán desarrollar estos productos de una forma óptima, tanto para la preservación del propio producto como para la salud del consumidor. En el segundo caso, se estudiará la posibilidad de enriquecer aceites de oliva con hojas, donde se sustituiría el uso de los polémicos BHT y BHA (antioxidantes químicos). La biodisponibilidad de los compuestos fenólicos obtenidos de los extractos de hoja de olivo sería alta y no se producirían efectos tóxicos secundarios.

Para finalizar, se desarrollarán los ensayos necesarios para evaluar las propiedades de los extractos y productos generados a lo largo del proyecto in vitro e in vivo.